10 de julio de 2018

Viajando hacia las Ciudades Fronteras

Desde el Mercado Ncolobong en Bata tomé un taxi con dirección Evinayong. Dos horas y cuatro controles de barreras y sólo en uno, nuevamente en la salida de Niefang, me requirió un policía el tan reiterado "danos algo para agua" pero me negué nuevamente. 
He aprendido que si tomo la anticipación en la interacción, los oficiales con pretensiones económicas desisten si voy yo directamente hacia ellos a saludarlos con energía. Parece que siendo denodado y realizando comentarios graciosos, al menos estos días acerca de la selección española de fútbol y su fracaso, o con una alegre y animada conversación, debilita los malos modos de algunos de ellos y me permiten pasar el control sin malas caras, sin amenazas y, lo mejor de todo, sin tener que darles nada para que se emborrachen a mi costa. Es sorprendente como les choca esta actitud, tan acostumbrados que están a que la gente se acerquen asustados para identificarse por temor a sus imprevistas reacciones.
Sin duda alguna éste es probablemente el punto más conflictivo de todo el país para el paso de los turistas por estar próximo al Parque Nacional del Monte Alén y de seguro que las agencias turísticas que desplazan a extranjeros por aquí han debido de pagar sobornos para agilizar el paso y evitar así el ser molestados con sus jodidas retenciones arbitrarias. 
Como ha sucedido en muchas ocasiones, los viajeros han de bajarse del vehículo y pasar delante del grupo policial. El guineano muestra su documento de identidad o dice su nombre y apellidos, el agente detecta su acento, y le permite continuar. Si no tiene o le falta algún documento identificativo se salda pagando una multa, "sin factura", que se apropian ellos, claro. 
En algunos casos, he tenido que dirigirme al superior y mostrarle mi documentación: la copia en color plastificado del Visado con el sello de entrada y la hoja principal del mismo. Tan sólo en tres ocasiones me han pedido el pasaporte original pero nunca el Permiso Turístico (!).
Concluido el control volvimos a tomar la carretera que atraviesa el Parque Nacional y llegamos finalmente a Evinayong, una pequeña ciudad, a los pies del monte Chime. Tiene muy poco que ofrecer turísticamente, aunque su estratégica posición entre montañas de hasta 1.200mts. la hace apreciable de visitar. En días claros dicen que las vistas desde aquí, a unos 630mts. de altitud, alcanza muchos kilómetros de distancia. Una lástima porque estos días no han dejado de seguirme las oscuras nubes, circunstancia habitual en esta época del año. La mayoría de sus vecinos son campesinos que cultivan entre sus montes una gran variedad de hortalizas y frutas como piñas, papayas o aguacates. Una gran base militar estratégicamente asentada sobre un monte domina toda la ciudad y los alrededores.
Los colonos españoles, considerando la importante situación y las buenas condiciones climáticas, quisieron hacer de Evinayong su capital continental pero finalmente se decidieron por Bata y su puerto marítimo.
Las viviendas son sencillas, generalmente de una sola planta, y muchas de ellas hechas de madera con techos de metal corrugado, aunque el cemento continúa ganando nuevos terrenos. Hay varios hoteles donde hospedarse y elegí el hotel Crisma (15.000cfa/cama doble, ventilador y baño con cubos de agua), casi todo de madera, muy vetusto, un clásico en su momento, pero ya desaliñado aunque se puede pasar la noche.
Lo primero que hice fue ponerme pantalón largo y dirigirme a la Comisaría de Policía para dejar constancia de mi presencia en el lugar. Un amable comisario me agradeció la visita con palabras que ya podían aprender algunos de esos policías ignorantes que me he ido encontrando, y me dio su consentimiento para pasear sin problema alguno por las calles de la ciudad, una vez dejado copias de mis documentos de viaje. Como no hay prácticamente nada destacado en esta ciudad, salvo charlar con sus vecinos al atardecer, he pensado continuar el viaje.
Desde aquí normalmente no hay transporte directo a Mongomo, mi siguiente destino en el continente. Hay que ir obligatoriamente a Niefang y cambiar allí de taxi, y como no estaba dispuesto a volver a re-encontrarme con sus aprensivos policías decidí contactar la tarde anterior con un taxista local para que me llevara por la mañana directamente por otra carretera evitando esa inquietante barrera.
A hora y media y cuatro controles de carretera se encuentra Mongomo, "la ciudad entre el bosque", centro de la cultura Fang y hogar familiar de los dos presidentes que ha tenido este país. A mitad de camino pasamos por Oyala (llamada también Djibloho) la futura capital del país, una macro ciudad moderna, ahora fantasmagórica, con nuevas construcciones, principalmente institucionales, pero sin población aún que la habite.
La autopista que une Mongomo con Bata y que servirá de enlace mercantil entre los productos que viajen del puerto de Bata a los países colindantes (Gabón y Camerún) o viceversa no está aún concluida. Más de 200kms. con amplios carriles para una conducción, hoy día, libre de vehículos porque apenas circulan unos pocos, y miles de cámaras situadas estratégicamente que observan el tráfico de vehículos y personas.
Desde Evinayong a Mongomo, en todas las autovías que circulamos, apenas nos cruzamos con cinco o seis vehículos. Nada más entrar en ella se aprecia cómo esta ciudad está siendo mucho más favorecida que el resto del importante desarrollo propuesto por el presidente  y sus consejeros por ser SU ciudad natal y beneficiando principalmente a sus cercanos colaboradores.
Aquí también hay varios hoteles no muy caros donde hospedarse y he optado por el hotel Plaza (15.000cfa./cama doble, climatizado, baño con cubos (en ocasiones agua corriente) y Tv.), dirigido por una familia camerunesa. Un hotel con aires muy africano. Y muy cutre. En frente, la única vista de interés: la Plaza del Reloj, y al lado el viejo Palacio de Justicia (que emula a un abaá) ya sin uso, centro neurálgico de la ciudad en tiempos pretéritos. Detrás, la estación de guaguas y taxis a diferentes puntos del país. Bata: 3 horas, Ebebiyin: 1 hora.
A unos pocos kilómetros se encuentra la frontera con Gabón.
Una visita que no se debe dejar pasar es a la Basílica de la Inmaculada Concepción, Patrona de Guinea Ecuatorial, una faraónica edificación, la segunda más grande de África tras la Basílica de Nuestra Señora de la Paz deYamoussoukro en Costa de Marfil, ambas muy parecidas a la Basílica de San Pedro del Vaticano. Tiene capacidad para albergar hasta 1.000 fieles. En su lujoso interior además de sus cromáticas cristaleras, se encuentran pinturas, diversas imágenes típicas religiosas y una réplica de la Esperanza Macarena traída desde Sevilla.
A pocos metros se encuentra el Palacio Presidencial abarcando una gran cantidad de terreno ajardinado con un campo de golf. Al lado, la comisaría de policía donde entregué a su comisario las copias de mi documentación de viaje, que sin saber que hacer con ella la introdujo en un cajón.
El Mercado de Mongomo, en la parte vieja de la ciudad, es una zona comercial muy vibrante todas las mañanas con puestos de verduras, hortalizas, carne, pescado ahumado, telas africanas y ropa. La explanada trasera, llena de chiringuitos de madera toma vida los sábados cuando se llena de gente y de puestos itinerantes en su mercadillo semanal. Estos días unos pocos ventorrillos exponen ropa africana, pelucas, trenzas y también hacen  manicura y pedicura. Las cervezas baratas alegran el ambiente a los que se sientan en las mesas de los bares aunque no haya apenas movimiento comercial.
La ciudad que se extiende muy rápidamente por todo lo largo y ancho ha perdido ese encanto de localidad fronteriza que tenía hace años por una más moderna con cantidad de edificios en construcción y poca gente por las calles: "¡no hay gente pa' tantas calles!".
Calles amplias y bastante limpias, eso sí. Los comerciantes son de muy variados orígenes como senegaleses, libaneses, camerunenses, chinos.... Aquí se vende prácticamente de todo importado desde los dos países cercanos.
Cuanto más me he adentrado al interior del país mas musulmanes he podido ver por las calles. Y mezquitas también.
Bueno, finalmente he logrado llegar hasta la más africana ciudad ecuato-guineana: Ebebiyin, a una hora en taxi compartido desde Mongomo, cuatro controles policiales de carretera y a unas tres horas de Bata. La autovía que converge con la autopista está aún sin terminar, lo que la haría más rápida aún de alcanzar desde cualquier punto, incluso desde el norte del país.
Me he quedado en el hotel Inmaculada (30.000cfa., tras regatear el precio inicial de 40.000cfa./cama doble, climatizado, baño con bañera-ducha, Tv). Hay varios hoteles mucho más económico cerca y en medio de la movida de bares y terrazas con música desde que cae la tarde.
Al entrar en la comisaría de esta ciudad me recibieron varios policías con caras muy serias y desafiantes miradas, a pesar de que el comisario se alegrara de mi visita, lo que motivó una agradable y cordial conversación. Al retirarme y agradecer a todos su atención continuaban con serio y desafiante semblante. ¡Hay que joderse!.
Tras dejar mi documentación en comisaría, junto a la estación de guaguas y minibuses de la Cia. Kassav que se dirigen a Bata, salí a pasear por esta amplia ciudad, la tercera más grande del país. Se encuentra justo en el vértice de las dos fronteras que rodean a G.E.: Camerún al Norte y Gabón al Este y Sur, ambas delimitadas por el río Kyé.
Es bastante limpia, de calles amplias con muchos edificios nuevos y otros a medio construir. Es aquí donde me he encontrado con más quejas de sus habitantes porque hace años que no hay apenas actividad laboral. La gente, al haber trabajado en Camerún o Gabón, tienen donde compararse y prefieren cruzar la frontera en busca de una vida mejor. Lo paradógico es que los de los otros países emigran a G.E. buscando igualmente esas mismas posibilidades (!).
También se ven más coches, y de buena calidad, circulando por las calles porque en esta parte del país se hace muy buenos negocios con los productos exportados.
Sorprendente es igualmente su gran Estadio de deportes, a la entrada de la ciudad, que resalta entre tanto terreno verde que poco a poco lo va engullendo el cemento. Otra mega-construcción con vista al futuro pero que ahora es demasiado grande para la población que aquí vive.
Visitar el Mercado Central es pasearse por el comercio más africano del país, polvoriento, sucio, descuidado, con gente de muy diferentes etnias y productos locales común de esta parte del continente: cebollas, pimientos, aguacates, tomates, berenjenas, zanahorias, piñas, tubérculos, pescados y carnes ahumadas, o de animales recién cazado, conservas, higiene, puestos de telas y trajes africanos, artilugios chinos para casa...
Los bares de calle, jamás había visto tantos juntos -aunque muchos de ellos vacíos-, con músicas a todo meter, cobran vida principalmente al atardecer.
La vuelta a Bata en mini-bus la hicimos en 3h. y 8 controles policiales de carreteras!. Llamativo resultó el encontrarnos dos controles con una separación de menos de dos kilómetros ya entrando en Bata! Y los pasajeros muy mosqueados de tantas paradas!. Y eso que ya están acostumbrados a que suceda constantemente.
Pues esto es lo que ha dado algo más de dos semanas por el continente. Tenía claro que no me iba a encontrar muchas sorpresas turísticas porque, aún habiéndolas, el gobierno no las promociona y es difícil acercarse con transporte local porque ni los taxistas las conocen, aún estando detrás de sus casas. Sin duda alguna, circular por estas carreteras es una ruleta en la que podía tocar el policía borracho que arruine el viaje. Que los hay, y mucho!. 
Es muy difícil que este país pueda abrirse al turismo en el 2022 porque lo que está ofreciendo hasta el momento es una mala imagen al exterior que sólo es percibida por los pocos que nos atrevemos a recorrerlo independientemente o en grupos turísticos con las agencias de viajes locales y sobre todo cuando el gobierno se obceca en imponer al turista cómo lo tiene que visitar.
En fin, ya me encuentro nuevamente en MalaboVolar con la Cía. aérea Ceiba es arriesgarse a salir a cualquier hora. Los retrasos son frecuentes en casi todos su vuelos y muchos prefieren viajar con la Cía. aérea Cronos, un poco más cara pero bastante puntual.
En esta ocasión llegamos sólo con una hora de retraso, a las 11 de la noche, y aunque preferí llamar a un taxista conocido para que me fuera a recoger al aeropuerto es posible encontrar a esas horas de la noche transporte hacia la ciudad. Aunque quizás sea un poco arriesgado para un turista que no sepa distinguirlos porque muchos de ellos no están indicados como tal y es posible, según me han comentado, que alguno aproveche el desconocimiento para realizar algún acto delictivo.

9 de julio de 2018

COMER EN GUINEA ECUATORIAL



La gastronomía de Guinea Ecuatorial se caracteriza por una gran variedad influenciada por las comidas tradicionales africana, musulmana y europeas. El picante que se utiliza en casi todas ellas -en algunos lugares lo hacen tremendamente fuerte y de exquisito sabor- y dominada por las salsas bastante elaboradas en la mayoría de sus platos. 
Los ingredientes locales mas usados son: yuca (también conocida como tapiocamandioca o casava)ñame,  cacahuete, bambucha (hojas de yuca machacada), okro  (okra o ají turco), andok (un condimento que se recolecta para consumo local y le da buen sabor a las comidas), batata,  banana, palmiste (aceite extraído de un tipo de palmera africana que tiene un fruto de color rojizo). 
Otro elemento claramente diferenciador en la realización de algunos platos es la inclusión de animales salvajes de los bosques del país como gacelaantílopemonopangolínpuercoespín (o chucu-chucu), grombif (rata de bosque), serpiente, cocodrilotortuga…., aunque el consumo de estas carnes exóticas ha descendido considerablemente ya que las autoridades han prohibido su venta en los mercados, sin embargo hay muchos individuos que practican la caza y el negocio de los mismos así que aún se sigue preparando estas recetas que alimentaban a la población originaria. Dicen los Bubis que son los Fang  los más solicitantes de estas carnes.
Los pescados como el ChicharroBurroEmperadorPargoColoradoCongrioPicuda -entre otros-, la Tortugamoluscos caracoles y las carnes como la de pollo o gallinapatocabravaca o cebú, son los ingredientes más populares. 
Entre los platos secundarios, destacan los plátanos fritos o hervidos, la yuca hervida o triturada y hecha masa (como el fufú) y envuelta en hojas de banano, el  arroz y la pasta.
El creciente desarrollo del sector económico en Malabo y  Bata ha conllevado una mayor y variada oferta de los restaurantes locales que ofrecen platos de fusión de cocina africana y europea a lo largo del día. 
Numerosos restaurantes ofrecen pescado fresco hecho a la brasa o sopa de pescado algo picante que se conoce comúnmente como Pepesup (Pepper soup). Se puede encontrar también una oferta de marcada influencia española que incluye la Paella, la Tortilla de papas o los  estofados.
Los hoteles y restaurantes importantes tienen una buena oferta de cocina francesa, italiana o china. También hay pizzerías, hamburgueserías o pequeños restaurantes donde se combina la gastronomía de la zona con comida más occidental. 
En zonas rurales, los platos típicos están basados en carnes, pescados y tubérculos y en las ciudades fronterizas las mezclas de platos más africanos.
En algunos rincones de las calles se pueden encontrar puestos itinerantes donde la cocinera pone mesas y sillas para servir a sus clientes su propia comida traída de casa en calderos. Los Kebabs también son populares, principalmente en elaborados bocadillos "para llevar" (1.000cfa), muy demandado por los trabajadores durante la mañana.
La oferta de platos internacionales en Malabo se puede encontrar en restaurantes destacados como el Pizza Place  (comida italiana y vegetariana), Bantú (comida china), La Luna (europea) o los Café-Restaurant de los Centros Culturales español o el francés (comida española o francesa respectivamente) entre otros muchos. El restaurante Africana es uno de los mejores para degustar platos de carácter local. 
En Bata destacan La Corisqueña (comida africana), La Ferme (pescado fresco en la playa), Casa Marcial (comida internacional junto al Centro Cultural de España), Casablanca (comida marroquí y africana), Miramar kemi (comida local y pizzas), entre otros muchos.
No existen normas muy estrictas con respecto al horario, por lo cual es fácil comer cualquier cosa a cualquier hora del día hasta el momento del cierre, pero considerando que cuanto más tarde se cene menos posibilidades hay de poder elegir a la carta.
El calor ecuatoriano sin duda alguna invita a tomar líquidos y la cerveza, de importación, se lleva el récord seguido del vino barato de mesa y bebidas alcohólicas como la ginebra, el ron, el whisky o vinos de mejor calidad. En ocasiones zumos de frutos tropicales como papayas, piñas, mangos o bananas
En los mercados locales se encuentran también una enorme variedad de frutas y verduras como aguacatemangococobisongguayavoengong…, lechugas, repollo, tomates, zanahorias, pepinos, pimientos, papas, okro…, que son realmente excepcionales, tanto por su tamaño como por su calidad y sabor.
He podido degustar y comer una gran cantidad de platos diferentes. Según la comunidad lo llaman de una manera concreta e igualmente lo hacen como acostumbran en cada una de ellas, pero todas llevan casi los mismos ingredientes:
Bangasup – Sopa o guiso de dátiles de la palmera aceitera que acompaña al pollo o pescado, muy popular también en Camerún y Nigeria.
Bambucha - Hojas de yuca machacadas y mezcladas con el líquido que sale de triturar el fruto o semillas de palmiste, mijo y en ocasiones con otras verduras. 
Bilolá - Carne de caracol gigante troceado guisado en salsa o en pinchos a la barbacoa.
Bokaho -  Sopa de pescado y verduras.
Carne de Vacuno ahumada - En puestos callejeros, troceada en el momento.
Crafís (o Grafís) - Cangrejo de río cocinado en salsa.
Cocoyam - Taro o Malanga.
Dongo- Dongo - Sopa a base de okro que se acompaña con tubérculo o fufú (masa de tubérculo originaria de Ghana y adoptada por otros países africanos).  
Egatho - Masa de harina frita, levadura, azúcar, nuez moscada, colorante de cocina y sal. 
Fruta del Pan - Fruto redondo con pulpa de sabor agradable a tubérculo que se suele freír troceado para acompañar en diferentes platos.
Kouti - Buñuelos de mandioca y banana.
Lamadoha - Sopa de las nueces o semillas del fruto del cacaotero, pescado, hojas de yuca hervida, pimiento...
Makará - Buñuelos (o bolas) de banana madura.
Mbole (o Mbolo) - Salsa hecha de la semilla o nueces del cacaotero triturado que suele acompañar al cangrejo o al pescado. Los Combes lo comen a menudo.
Modica - Salsa hecha del fruto seco del mismo nombre, rayado y mezclado con otros ingredientes.
Ndole - Espinacas, carne, gambas, crema de cacahuete y caldo de pescado. Típico de Camerun.
Ngüese - Yuca troceada y hervida. Se deja reposando en agua la cual se cambia en varias ocasiones. Acompaña como complemento al plato de comida. Típico de los ndowes.
Ocrosup - Salsa espesa de okro.
Palmiste - Aceite extraído de un tipo de palmera africana que tiene un fruto de color rojizo con una semilla o almendra de color blanco recubierta por una cascara marrón. Cada parte de este fruto es procesada para extraer aceites, harina o pasta, mantequilla y especies los cuales se utilizan en la gastronomía del país. También se procesa en la elaboración de productos de aseo personal, como jabones y cremas).
Pambota -  Plato basado en una salsa espesa elaborada con  palmiste, caldo, cebolla, ajos, ajíes picantes y trozos de carne o pescado. Los guineanos hablan de él con gran entusiasmo y cariño, porque les hace recordar las veces en que sus abuelas los alimentaban de pequeños. 
Pepesup - Sopa de pescado picante con cebolla, ajo, perejil, limon…. Los fang lo llaman  Mendjim Mebierong (o algo así), los  bubis lo llaman Supu Satokolo. Algunos dicen que también lo toman "para quitarse la borrachera" tras la juerga nocturna, y al parecer funciona!.
Pescado a la brasa - Pescado servido con plátano frito, yuca o arroz.
Plátano frito - Plátanos machos maduros y o verdes troceado en rodajas y frito en aceite. También llamado Kelewele. Se puede encontrar en cualquier rincón del país.
Pollo o Gallina en Salsa de Cacahuete – Pollo troceado y cocinado con pasta de cacahuete, tomates maduros, cebolla, pimiento rojo picante guineano, perejil, caldo..., normalmente acompañado de Arroz.
Pollo con Plátano - Pollo troceado enharinado y frito en aceite, acompañado de plátano frito (o yuca).
Sopa Egusi - Caldo realizado con pasta de semillas de calabaza o melón eguisi  triturada, espinaca, tomates, cebolla, pimiento triturado, y carne.
Sopa de cacahuetes - Se cocina de diferentes maneras dependiendo de la comunidad. Lleva pasta de cacahuetes, tomates, cebolla, ajo… y acompañado normalmente de arroz blanco.
Yebé - Sopa de pescado con yuca herbida.
Yuca hervidaCada comunidad lo prepara a su manera: en trozos, machacada y enrollados en hoja de banano.


Bebidas:

Entre las bebidas tradicionales destacan la Malamba, un destilado de la caña de azúcar y el Osang, té africano o infusión llamado también Contriti.
La bebida tradicional de los bubis es el Topé o vino de palma, una bebida alcohólica creada con el líquido extraído de la palmera.
Las cervezas San Miguel, Saigon, Castel -entre otras marcas-  son las más conocidas, pero elaboradas fuera del país. De momento no se produce cerveza nacional.
El Whisky, la Ginebra, los Refrescos, los Zumos, el Vino, el Agua embotellada es fácil de encontrar en los supermercados y en las Abacerías y está al alcance de muchos.

Desgraciadamente, aún hay mucha gente en G.E. que sólo pueden hacer una comida al día pero, por norma general, los paisanos con algo más de poder adquisitivo pueden realizar las tres comidas principales:
El desayuno suele componerse de buñuelos fritos, bocadillos de tortilla, con mayonesa, con mantequilla, con frijoles, con pollo troceado..., acompañado normalmente de un vaso de leche condensada, descafeinado o caco en polvo. En la calle, un plato de pescado o carne, verduras y salsas.
La comida principal del día suele ser pescado, gallina o pollo en diferentes salsas, pescado frito o asado con arroz, yuca o verduras y ensaladas. En muchas ocasiones, para la cena se suele comer lo que ha sobrado del almuerzo o bocadillos de embutidos. Para beber, agua o vino. 
El postre no se toma en muchas casas.
Una costumbre que no se ha perdido en ciertas zonas del país es que entre horas o a media tarde si viene alguien de visita se abre una piña o un aguacate y se corta pan, y en la época de lluvias una fruta que es muy típica llamada  atangas, que también se pone en la mesa para que picoteen.
Al guineano le encanta lo dulce -herencia española-, por lo que es posible encontrar muchas pastelerías con los más variados dulces, tartas, queques, bizcochos, cruasanes, empanadillas, panes..., y puestos callejeros de diferentes frituras (makará, empanadillas, concodos (cacahuetes en azúcar caramelizada), palomitas...,  aderezadas con gran cantidad de azúcar blanca.
Aunque se bebe muy poco café -en tiempos coloniales se producía uno de las mejores del mundo que exportaban a muchos países-, el que se consume hoy día es importado. El Descafeinado o Cacao en polvo por ser barato es lo que más que se bebe por las mañanas.

4 de julio de 2018

En Tierras del Rey Boncoro

Mi vuelta a Kogo en el ferry, muy deseada por el Superior de la policía dicho sea de paso, se produjo a las cuatro de la tarde, con marea alta, una vez cargado nuevamente todos los camiones que habían depositado las piedras en el Puerto en construcción de la isla.
Justo tres horas de travesía, llegando anocheciendo a Kogo, y nuevamente tuvimos que volver a registrarnos en la mesa tanto en la libreta de la compañía como en una hoja de papel de la policía, precisamente el mismo tipo prepotente de la vez anterior.
Por suerte pude encontrar rápidamente el hotel Amistad (15.000cfa./cama doble, ventilador y baño con cubos) que me recomendó JoJó donde pasar la noche, a poca distancia del lugar de atraque.
A primera hora de la mañana me dirigí a la comisaría frente al ayuntamiento para comunicar, como es preceptivo, al Comisario Jefe, también muy amable, mi presencia en la ciudad y dejar copia de mis credenciales. Luego tenía toda libertad de movimiento por ella. 
Sin duda alguna, cuando realizo el protocolo establecido (entrega de documentos o fotocopia de los mismos) nada más llegar al lugar los comisarios o los superiores responden positivamente a mi llegada.
Kogo se encuentra en la desembocadura del río Muni, que recibe agua de los ríos Mandyani, Congüe, Mitong y Utamboni, rodeado por la Reserva Natural del Estuario del río Muni. La región se caracteriza por tierras bajas y pequeñas lomas o colinas que bordean el estuario.
Esta ciudad no es muy grande y se puede caminar apaciblemente en una hora tanto la parte alta donde se encuentran la mayor congregación de viviendas de madera y techos corrugados de metal como la baja donde está situado el nuevo Mercado en una amplia explanada con una treintena de puestos de abacería, ropa usada y comida, ahora casi todos cerrados pues apenas hay movimiento ya no están los trabajadores que realizaban las obras de rerhabilitación de la ciudad, y su Paseo Marítimo que también emula al de Bata con una avenida llena de palmeras, árboles y atractivas farolas. El nuevo hotel de la ciudad se encuentra en medio de la misma, con unas inmejorables vistas sobre el río.
La iglesia que domina toda esta parte venera a la Virgen del Carmen y tiene unas excelentes vistas sobre el paseo, la bahía, las islas cercanas y la costa gabonesa cuando el tiempo está en buenas condiciones. Varias abacerías surten de artículos de alimentación a sus vecinos.
Sus restaurantes, que hacen de bares también, ofrecen platos simples y económicos.
Bares?, casi parece que en cada casa hay uno instalado y lo anecdótico es que siempre, desde la entrada de la tarde se encuentra gente bebiendo. Música alta, que no podía faltar, y estos días los partidos del mundial llenan las mesas de los mismos.
Es común que muchas de las casas también tengan instaladas frente a ellas un puestito con unas pocas verduras de sus propios huertos, o vendan ropa de segunda mano traída de Europa, o de China.
Por mediación de unos vecinos pude hacer contacto con el propietario de una embarcación a motor para que al día siguiente por la mañana me llevara por la rivera del esturario, una Reserva Natural con un área protegida de aprox. 700Km² creada en el año 2000 donde es posible apreciar una importante flora y fauna.
Aunque no fue puntual a la hora acordada, tampoco me lo puso fácil un tipo del ayuntamiento que me hizo bajar de la embarcación al verme. Intentó comunicar con algún superior que un blanco quería visitar la Reserva Natural del Estuario y se inventó que si no tenía autorización del Capitan General de la Marina no podía navegar por esa zona, que es precisamente la más turística de esta parte del país. Casi una hora más perdida dándole explicaciones intentando convencerle que con un paraguas y una botella de medio litro de agua no era un peligro para la seguridad nacional!. Alucinante!. Jamás me había sucedido en mis años de viajes una situación similar. Finalmente accedió a permitirme navegar por el río con una única condición: la de regresar!. Ya lo que me faltaba por oír. ¿Pero, que parte del cerebro tiene esta gente desconectada?
Esta zona del río hasta hace unos meses ha servido de frontera fluvial con Gabón (Coco Beach) pero parece ser que la han cerrado hasta nueva orden.
Avanzamos río arriba intentando observar vida entre la cantidad de vegetación que cubre la orilla, pasamos por pequeños islotes colmados de vegetación, uno de ellos habitado con unas poca viviendas y nos adentramos por estrechos pasajes entre la altísima espesura del bosque aunque poco pudimos deleitarnos. Si acaso algunas Águilas pescadoras, Garzas y cantos de otras muchas aves que se podían oír muy claramente pero difícil de localizar. 
Los animales sencillamente han desaparecido. Los pescadores también penetran en busca de caza, trampean y disparan. Aquí tampoco hay ninguna actividad de protección o conservación de los recursos de la zona por lo que la degradación y su nivel de amenaza es enorme. 
Imposible observar el Manatí, al menos por esta parte del río, al igual que alguna de las especies de primates que habitan como las diferentes especies de Monos perezosos, GálagosAntílopes acuáticosCivetas de las palmerasGinetas, Jabalíes salvajes, Mangosta egipcia, etc. El interior del área protegida contiene hábitats de la mayoría de fauna silvestre en la Región Continental por lo que hay que profundizarse mucho y emplear bastantes horas para localizarlos.
La vegetación pertenece a la selva de la Región biafrana con bosque litoral, cubierta en una mayor parte por manglares (Mangle rojo y Mangle blanco) al igual que gran cantidad de especies arbóreas de considerable altura. Algunos bosque primarios y secundarios se encuentran intercalados con fincas locales.
La topografía del Estuario está clasificada como colinas altas con aluviales inundados e inundables, asentados sobre areniscas y pizarras del secundario.
A la vuelta nadie me esperaba por lo tanto deduje que los "bocas agradecidos" solamente aparecen cuando intentan ganarse una medallita chivándose a las autoridades de lo que ellos creen que pueden sacar algún rédito personal. 
Para esta última etapa del viaje tenía planeado ir desde la costa de Kogo hacia el interior del continente, dirección Evinayong, utilizando igualmente los taxis compartidos pero desconocía que este medio de transporte no realiza ese trayecto a través de carreteras secundarias ya que están limitados a rutas establecidas. Ningún taxista quiso llevarme con la única excusa de que no se encuentran en buen estado, debiendo regresar a Bata y desde allí tomar la carretera principal que va hacia el oeste, previo pago de 70.000cfa. (más de 100€), perdiendo ese encanto de atravesar poblados aislados que aún no han olvidado sus costumbres tradicionales.
La vuelta a Bata, ahora me encontraba a 115kms. de ésta ciudad, la realicé finalmente en taxi en una hora y media, pasando cuatro controles policiales. Uno de ellos nuevamente desagradable con policías mendigando dinero para beber. Momentos de tensión por la mala actitud de un cabo al que me negué a pagar "el registro", es decir apuntarme en una libreta como hizo con los otros (que no pagaron) y un sargento con furibunda agresividad y frases provocadoramente racistas, como son muchos de ellos, intentando intimidarme pero finalmente cedió y pude pasar la valla sin darle nada tras recalcarle repetidamente que soy un "TURISTAque está visitando su país perfectamente autorizado para viajar y que no me falta ningún documento,. Por cierto, si le hubiera dicho que leyera lo que había escrito en la libreta estoy seguro que no podría ni "traducirlo", básicamente porque ¡¡apenas sabía escribir!!. 
Todos los viajeros del taxis se alegraron mucho al decirles que no les había dado nada. Me continuaron comentando que están muy quemados de algunos policías por sus malos modos e iracundas prácticas que en vez de ayudar al ciudadano lo que hacen es intimidarlos simplemente por placer, o por no pertenecer a su etnia (fang).
Como llegamos atardeciendo decidí hacer noche y mañana continuar a primera hora mi plan establecido.