Ya me encuentro en Malabo, la capital, principal ciudad de Guinea
Ecuatorial y de la provincia de Bioko Norte, localizada
en la costa norte de isla Bioko., aprox. a 40kms. del
continente (frente a Camerún). Es la ciudad más antigua del
país, por lo cual se puede observar una gran cantidad de edificios de
arquitectura colonial.
Me he hospedado las dos primeras noches en el hotel Yoly y Hnos. (46.000cfa.),
cama doble, climatización, Tv, y wifi, en la Avda. 3 de agosto, ya que fue el más económico que conseguí contactar para que me
enviaran una confirmación de reserva que me pedía el consulado guineano en LPGC
para dfefinitivamente obtener el visado de entrada al país. Las siguientes noches las estoy pasando en
el hostal
Internet (25.000cfa.), cama doble, climatización, Tv, baño, wifi y ordenador, en la Avda. de las Naciones Unidas, igualmente muy céntrico.
La moneda que se utiliza en este país es la misma que se utiliza en todo el África Central (Camerun, Rep. Centroafricana, Chad, Congo y Gabon): el franco CFA centroafricano que tiene el mismo valor que el CFA del África Occidental (Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Mali, Níger, Senegal y Togo): 655,957cfa./1€.
Nada mas llegar me dirigí en Taxi al Ministerio de
Turismo y Cultura en busca del Permiso Turístico "obligatorio"
(15.000cfa.) que da derecho a visitar casi todo el país.
Tras escribir en un documento oficial todos los lugares que quiero visitar luego es revisado y legalizado con la firma del ministro, normalmente en "tres días", pero he tenido que esperar, como si de "cosas de Palacio" se tratara, casi una semana para recogerlo, debido a la lentitud con la que ha decidido trabajar la secretaria del ministro que sorprendentemente lo tenía olvidado en un cajón de su mesa cuando pasé a recogerlo. Aún más sorprendente fue verla teclear en el ordenador con un dedo de cada mano!. Por cierto, durante las tres ocasiones que visité la oficina el único trabajo agobiante que pude observar mientras esperaba, que tenían los tres "oficinistas" (dos chicas y un chico) de la misma, era mirar mensajes de Whatsapp y cotillear F.B. en sus celulares de última generación!!.
Es obligatorio presentarse en las oficinas del gobierno en pantalón largo, aunque las mujeres lo pueden hacer en mini-falda (otra norma machista y que se acepta con toda satisfacción!).
Tras escribir en un documento oficial todos los lugares que quiero visitar luego es revisado y legalizado con la firma del ministro, normalmente en "tres días", pero he tenido que esperar, como si de "cosas de Palacio" se tratara, casi una semana para recogerlo, debido a la lentitud con la que ha decidido trabajar la secretaria del ministro que sorprendentemente lo tenía olvidado en un cajón de su mesa cuando pasé a recogerlo. Aún más sorprendente fue verla teclear en el ordenador con un dedo de cada mano!. Por cierto, durante las tres ocasiones que visité la oficina el único trabajo agobiante que pude observar mientras esperaba, que tenían los tres "oficinistas" (dos chicas y un chico) de la misma, era mirar mensajes de Whatsapp y cotillear F.B. en sus celulares de última generación!!.
Finalmente el Permiso Turístico me lo han dado con una duración de
un mes.
El no tener este Permiso y ser parado por la
policía o militares acarrearía gravísimas consecuencias (hasta cárcel!).
En parte puedo eentender esta obligación de todo turista de "estar controlado" después de tantos supuestos "intentos de golpes de estado y atentados al presidente de la nación" promovido por empresarios y/o multinacionales, como sucede en todo África. Bueno, y
en el mundo entero.
Desplazarme por esta bulliciosa ciudad, que no es muy grande, es sencillo y económico si se hace en taxi compartido (entre 500cfa. y 1.000cfa. según la distancia). Sus calles bastantes limpias, comparadas con el resto de las ciudades africanas, de diseño cuadrado, revelan la antigua concepción de ciudad moderna, ofrece algunas zonas verdes y de ocio provocando una sensación de arquitectura aprisionada por la baja altura de los edificios en una combinación entre occidentalización y africanismo.
Desplazarme por esta bulliciosa ciudad, que no es muy grande, es sencillo y económico si se hace en taxi compartido (entre 500cfa. y 1.000cfa. según la distancia). Sus calles bastantes limpias, comparadas con el resto de las ciudades africanas, de diseño cuadrado, revelan la antigua concepción de ciudad moderna, ofrece algunas zonas verdes y de ocio provocando una sensación de arquitectura aprisionada por la baja altura de los edificios en una combinación entre occidentalización y africanismo.
Entre los lugares de interés importantes que estoy
visitando estos días destaca los distendidos paseos por la Avenida de la Independencia, arteria principal de la capital, que desemboca en la Plaza de la Independencia, jalonada de altas palmeras que al atardecer se cubren de murciélagos. En medio, soportada por figuras africanas se encuentra una fuente también de mármol con una ceiba, rodeada por una serie de columnas y salpicada de bancos decorados con azulejos en los que se representan escenas de la vida cotidiana de los pueblos que habitaban el país antes de la llegada de los colonizadores europeos;
en frente, la Catedral de Malabo (o
Catedral de Santa
Isabel de Malabo), el templo cristiano más importante de toda Guinea Ecuatorial donde se venera a la patrona de la ciudad, Santa Isabel de
Hungría. Su construcción de estilo neogótico, del que destaca su fachada
flanqueada por dos torres de 40mts. de altura y su cuerpo de tres naves,
comenzó en 1897, con donaciones de feligreses, compañías
comerciales y el gobierno colonial español, e inaugurada en 1916;
la Casa Verde, una de las edificaciones más antiguas, con un origen que se remonta a mediados del s.XIX (se desconoce la fecha exacta), al parecer, construida con madera de pinotea americana (pino amarillo) en Bélgica. Una vez concluido los trabajos fue trasladada a la isla. Utilizado por el Consulado de Portugal hoy día pertenece al Ministerio de Cultura;
el Centro Cultural español creado en
el 2003, acoge y fomenta la creatividad mediante diversas
actividades y programas que difunden la cultura y
la creación artística;
el Centro Cultural Ecuatoguineano, construido
en 1950 como Archivo religioso español, toma la
responsabilidad de coordinar y difundir las tradiciones y costumbres de los
pueblos de Guinea
Ecuatorial, lugar de reunión de jóvenes principalmente al atardecer;
el Centro Cultural francés, desde 1985 ofrece
cursos de francés, exhibiciones, actuaciones, exposiciones y trabajos artísticos;
la Bahía del puerto, considerada como un cráter abierto por la acción erosiva del mar y el nuevo Paseo marítimo donde "se airean" o hacen deporte los malabeños.
la Bahía del puerto, considerada como un cráter abierto por la acción erosiva del mar y el nuevo Paseo marítimo donde "se airean" o hacen deporte los malabeños.
El Mercado Central, en el corazón de la ciudad, cerca del estadio de
fútbol y formado por varias calles de tenderetes que se agrupan según los
productos donde se venden frutas y verduras frescas, pescado ahumado, enormes caracoles de tierra, especias, latas de conservas, pan, tabaco, bebidas, cosméticos,
herramientas, tejidos africanos de vivos colores…. Aunque ya decadente, en sus alrededores el gentío se acumula y
los taxis colapsan el trafico circulante, ha dejado de ser el punto
de ventas de antaño llevándose mucha clientela el enorme Mercado de
Semu, no muy lejos de él, bullicioso, colorido y con una gran actividad comercial.
Para la compra de productos de alimentación y bebidas de
fuera del país destacan los supermercados Martínez Hermanos que
aquí son muy populares, las tiendas de ultramarinos llevada por inmigrantes árabes,
senegaleses, nigerianos o cameruneses y bares donde se puede comer por muy poco
dinero, platos desde 1.000cfa.
Con una población que supera los 200.000 habitantes,
los idiomas oficiales de la ciudad, así como de todo el país, son
principalmente el español,
y el francés o el portugués
-hablado por los inmigrantes-.
Predominan entre las otras minorías las etnias bubi, fang, ndowe y benga, todas ellas del grupo bantú. Cada una maneja una lengua distinta, y dentro de cada etnia varían, según valles y regiones, los dialectos. El español, además de las lenguas autóctonas, es el idioma que más se habla en el país -con un acento y palabras muy particulares-, y nexo que los une y distingue de los países francófonos y anglófonos que los rodean.
Malabo fue fundada en 1827 por el capitán inglés William Fitzwilliam Owen, bautizándola con el nombre de Port Clarence, en honor del Duque de Clarence, futuro rey Guillermo IV de Inglaterra, luego, en manos de España en 1847, la ciudad recibió el nombre de Santa Isabel en honor a la Reina Isabel II (de Borbón). Y finalmente, en 1973, bajo la presidencia de su primer presidente constitucional Francisco Macias Nguema recibió el nombre actual.
Estos días hace calor, el ritmo vital es lento y profundo y el compás
lo marca los atardeceres, el sol quebrándose en el horizonte tras algunas
nubes, el cielo rojo-plomizo, y las músicas que suenan perdidas. Todo es pegajoso, como el calor ecuatorial húmedo que viene del mar o del bosque
de los montes cercanos.

Observando bien mar adentro se puede divisar alguna plataforma petrolera, y es que hoy día G.E. es uno de los principales productores de petróleo del Golfo de Guinea junto a Nigeria, Gabón, Camerún y Angola. El 25% del crudo que consume Europa procede de esta parte del continente.
Mi siguiente destino será Luba, una histórica ciudad costera a 52kms. de Malabo y la segunda más grande de Bioko. En su bahía España tomó posesión de los Territorios del Golfo de Guinea en 1778.